La quimioterapia podría tener los días contados. Así lo ha demostrado un equipo de investigadores, dirigido por el científico de la Universidad Johns Hopkins (EEUU), Josh Mendell. La clave del experimento reside en los microRNA, pequeños elementos de la célula parecidos al ADN que regulan cientos de genes. Los investigadores han conseguido que las células cancerígenas mueran y las sanas se mantengan sin cambios alterando los microRNA. El experimento eliminó las células de un tumor de hígado en ratones.
La idea para manipular las células cancerígenas y suprimir el tumor surgió después de la reciente identificación de los mecanismos que hacen que una célula se divida ininterrumpidamente provocando el cáncer.
La investigación introdujo pequeños fragmentos de ARN en las células descontroladas, utilizando como vehículo un virus con ADN asociado, que inyectaron en la cola del ratón enfermo. Los resultados obtenidos fueron espectaculares, en comparación con los ratones que no fueron tratados de esta forma. Los que recibieron el microRNA, inhibieron el crecimiento tumoral en un 80% de los casos.
Cada vez más cerca de la cura del cáncer
El hallazgo sugiere que el reemplazo de estos pequeños elementos puedan ser una estrategia eficaz y nada tóxica a diferencia de la quimioterapia. Este tratamiento, que supuso una revolución para combatir el cáncer aunque muy agresivo puesto que ataca por igual a células sanas y enfermas, podría estar viviendo sus últimos días.Aunque los resultados del experimento son sin duda prometedores, aunque aún quedan varias dudas por resolver antes de ser la solución definitiva para curar el cáncer.
Juan Carlos Campos Rodriguez
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