Una investigación llevada a cabo por el
Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha diseñado una
enzima mutante procedente de la enzima "lacasa" que conserva la capacidad oxido-reductora bajo
las condiciones del medio de la sangre.
La lacasa es una enzima que oxida a un gran numero de sustratos. Una mutación de esta
enzima mantiene su capacidad oxido-reductora en las duras condiciones de la sangre.
"El objetivo de este mutante es actuar como elemento de una batería
que genere la corriente necesaria para hacer funcionar dispositivos
nanoscópicos implantables en los vasos sanguíneos", explica el
investigador del CSIC y
jefe del proyecto, Miguel Alcalde.
La capacidad oxido-reductora de la original lacasa es nula ante el pH sanguíneo y la elevada composición de
sales. Según la investigación, la actividad en sangre de la mutación de la lacasa es 42.000 veces superior a la de
la misma enzima en su estado original.
El proceso para dar lugar al
mutante se ha basado en la evolución dirigida, es decir, se ha recreado la evolución natural en los entornos deseados. El
investigador del CSIC confiesa que "fue necesaria una exploración masiva
de los clones mutantes y el análisis de más de 10.000 clones para diseñar el
mutante adecuado: la lacasa ChU-B".
Del mismo modo que la lacasa acepta electrones de
diferentes sustratos, cuando está inmovilizada en el cátodo de una nanopila
toma los electrones procedentes del ánodo, donde otra enzima oxida la glucosa
sanguínea. De este modo se produce una corriente eléctrica continua que
permite la generación de la potencia necesaria para que todo el dispositivo
funcione.
El objetivo de esta fuente de energía es alimentar chips que se implanten en la sangre que
informen de forma inalámbrica y en tiempo real al hospital sobre la
concentración de glucosa, oxigeno e insulina en la sangre de un paciente.
Para ello hay una antena que envía la
información a los ordenadores del hospital y un biosensor encargado de
medir el parámetro deseado. El CSIC dice que, "en función del
parámetro que se quiera medir, el biosensor requerirá una enzima u
otra". En el caso del oxígeno la lacasa mutante puede
también servir como enzima de medición, ya que es la fuente que utiliza para
captar electrones. No obstante, para medir glucosa será necesaria una enzima
glucosa-oxidasa.
Para el investigador del CSIC, "este trabajo supone un notable
avance para la aplicación de lacasas en el diseño de nanobiodispositivos con
fines biomédicos". Alcalde explica: "Al mutante capaz de actuar en
sangre podrían unírsele, en el futuro, otros capaces de operar en lágrimas y
otros fluidos fisiológicos humanos".
Fuentes: www.larazon.es www.diariosalud.net
Mirella Ruiz Muñoz
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sábado, 2 de marzo de 2013
Microchips en la sangre
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