DEFENSA DE LOS OCÉANOS
La contaminación, el cambio climático, los vertidos a los
mares o la sobrepesca son algunos de los factores que están consiguiendo
reducir el número de individuos de algunas especies hasta llegar a
exterminarlas. Esto pone en riesgo la vida de muchos organismos, tanto peces
como mamíferos, y la base económica de muchas personas cuyo modo de vida se
basa en el mar.
Existen varios factores que están destruyendo nuestros
océanos:
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Sobreexplotación de los océanos: tres cuartas
partes de los stocks pesqueros están sobreexplotados o agotados aunque la
demanda, por parte de la sociedad, de productos pesqueros sigue aumentando. Al
hacerlo, las tecnologías de peca se han ido desarrollando en función de las
necesidades. El problema surge cuando las técnicas de pesca utilizadas no miran
por el bien del ecosistema marino, sino por el bien material y económico.
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Técnicas de pesca usadas capturan una gran
cantidad de peces por accidente. Las artes de pesca más perjudiciales para el
ecosistema marino son:
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Redes de cerco
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Arrastre de vara
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Arrastre de fondo
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Pesca pirata: arrasa con los stocks pesqueros y
deja a las comunidades locales sin alimento.
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La acuicultura contribuye a la
disminución de las poblaciones salvajes y degrada los ecosistemas marinos.
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Caza de ballenas: la pesca ilegal de ballenas ha reducido el número de
estos animales notablemente. En Japón y otros países se han desmantelado
operaciones balleneras.
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Contaminación de las costas por a causa de bañistas poco concienciados
con el medio ambiente: aumento de residuos en la costa, acumulación de
plásticos, objetos de baño…
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Los
desechos tóxicos que provienen de la industria: los contaminantes químicos
llegan al océano ocasionando daños a las aguas y a las criaturas que las
habitan.
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La
extracción de petróleo o gas natural puede ser un gran riesgo para el océano si
existen escapes en el proceso de extracción o transporte.
Por otro
lado, podemos tomar medidas para acabar con la pesca ilegal, la contaminación,
etc. Estas son algunas de ellas:
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Espacios protegidos en la costa: son reservas de
la biosfera marina protegidos de forma efectiva, con herramientas de gestión y
planificación por parte de las autoridades u organizaciones de ecología.
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Apoyo de la pesca sostenible: actualmente los
barcos pesqueros activos en el mar son demasiados para los pocos stocks de
peces que existen en el mar. Las grandes empresas deberían actuar de forma
responsable y comprender que los recursos marinos se están agotando, por lo
tanto, es necesario reducir la cantidad de grandes barcos pesqueros que pueblan
nuestros océanos.
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Concienciar a la sociedad para que respete y
cuide las costas y sancionar las acciones perjudiciales para las mismas.
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Prestar más atención, y con ello aumentar las inversiones en los
procesos de extracción y transporte del petróleo u otros combustibles, para
evitar las fugas o los escapes.
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Estudiar nuevas técnicas de pesca menos dañinas
para los ecosistemas marinos.
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Mayores labores de rastreo de barcos pesqueros
piratas o sin licencia.
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Reducir los procesos industriales que puedan
contaminar la costa y sus alrededores así como regular los vertidos marinos.
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